Un mes junto al cadáver: Novia asesinada, novio detenido en Milwaukee

Su fallecimiento, marcado por doce puñaladas en el cuello, abdomen, espalda y brazo derecho, según el reporte forense, se convirtió en el punto central de una investigación que ha revelado detalles perturbadores. El hallazgo no se produjo por una llamada de emergencia, sino por una inspección de rutina. Fue entonces cuando Serkan Akcilad, su novio de 24 años y también de origen turco, se presentó a la policía el 27 de febrero, casi un mes después de la muerte de Silan.
Según declaraciones de Akcilad a las autoridades, “desconocía cómo se manejan estas situaciones en Estados Unidos”, razón por la cual no reportó el deceso antes. Sin embargo, la inminencia de la inspección en su departamento parece haber acelerado su decisión.
Pero la historia no termina ahí. La escena del crimen presentaba indicios de un intento por ocultar la verdad. Se encontraron rastros de una limpieza exhaustiva, incluyendo evidencia de productos químicos utilizados para eliminar manchas de sangre debajo de una alfombra nueva. Recibos de comida para llevar, fechados entre el 14 y el 21 de febrero, sugieren que Akcilad permaneció en el apartamento después del suceso.
Las investigaciones se extendieron más allá del departamento. Imágenes de vigilancia del 24 de enero, fecha en la que se presume ocurrió el asesinato, muestran a Akcilad comprando lejía y repelente de insectos, reforzando la teoría de la limpieza intencional de la escena.
La ausencia de cuchillos afilados en la vivienda, solo “cuchillos para untar muy gastados y cortadores de cajas”, aunado a la confesión de Akcilad de que “no sabía dónde estaban ni cómo desaparecieron” los cuchillos de cocina, levanta sospechas adicionales.
El relato de Akcilad incluye un intento de suicidio con una pistola de clavos el día después del hallazgo del cuerpo de Silan, hecho respaldado por un recibo hallado en su vehículo. La perturbación va más allá; según los documentos judiciales, Akcilad “continuó durmiendo junto a ella en el suelo” durante semanas, y se comunicó con la familia de Silan en Turquía haciéndose pasar por ella mediante mensajes desde su teléfono.
Con una fianza fijada en un millón de dólares, Akcilad permanece bajo custodia mientras la investigación sigue su curso. La evidencia recolectada, desde las múltiples puñaladas hasta los intentos de encubrimiento, apunta hacia un escenario complejo que las autoridades de Milwaukee intentarán desentrañar en las próximas etapas del juicio.