Bebé pierde la visión tras beso: alerta por herpes

El pequeño Juwan, de tan solo dos años, sufrió una tragedia que ha conmocionado a su familia y ha puesto en alerta a padres de todo el mundo. La historia comenzó en agosto de 2024, cuando Juwan desarrolló una infección ocular. Inicialmente, la atención médica se enfocó en un tratamiento con antibióticos, sin resultados positivos.
Meses después, tras más estudios, el diagnóstico fue impactante: herpes simple tipo 1 (VHS-1). La madre, Michelle, relata su incredulidad: "Literalmente estaba mirando al médico preguntándome si era el 1 de abril, porque pensé que era una broma del Día de los Inocentes. Se supone que una ampolla febril está en los labios o en la boca. Nunca en mi vida he oído hablar de una ampolla febril que crezca en la córnea de alguien".
La demora en el diagnóstico tuvo consecuencias irreversibles. La infección había dañado gravemente la córnea de Juwan, provocando la pérdida de la visión en su ojo izquierdo. "El herpes le causó tanto daño a su córnea que esencialmente perdió toda la sensibilidad en el ojo y no podía ver nada. Estaba completamente ciego," explica Michelle. El daño fue tan severo que se formó un agujero de 4 mm en su córnea, y el ojo comenzó a "derretirse" por falta de lubricación.
Desesperados, los padres de Juwan lo llevaron a Ciudad del Cabo, donde se sometió a una compleja cirugía: un injerto de amnios para intentar reparar su córnea y una cirugía para suturar sus párpados. Aunque el ojo no se perdió por completo, la batalla continúa contra las infecciones oculares, y la posibilidad de recuperar la visión en ese ojo es mínima.
Este caso ha impulsado un llamado de atención a la prevención. La transmisión del VHS-1 a través de un beso, aunque aparentemente un acto inofensivo, puede tener consecuencias devastadoras, especialmente en niños pequeños. La historia de Juwan sirve como un doloroso recordatorio de la importancia de la higiene y la prevención de enfermedades.