Gaza: 436 palestinos muertos y 678 heridos tras nuevos ataques israelíes

La cifra, desgarradora en su magnitud, se hizo pública: 436 palestinos muertos y 678 heridos, según el último reporte del Ministerio de Sanidad de Gaza. Una estadística fría que oculta un drama humano de proporciones inimaginables. El recuento, desolador, detalla la pérdida irreparable: al menos 183 niños y menores de 18 años (42% del total), 125 hombres adultos menores de 60 años y 94 mujeres en el mismo rango de edad. Los 34 restantes eran mayores de 60 años.
El norte de Gaza, específicamente la gobernación norteña, se convirtió en el epicentro de la tragedia. Más de 150 fallecidos y cerca de 230 heridos fueron registrados en esta zona, seguida por Rafah en el sur, con un número igualmente impactante de víctimas. "Los ataques israelíes durante la noche del martes y la madrugada del miércoles fueron devastadores", informó la agencia palestina Wafa.
La violencia no se limitó a los bombardeos a gran escala. Un ataque con drones israelíes en el barrio de Al Zeitun, en la ciudad de Gaza, causó al menos una muerte y varios heridos, según confirmaron los equipos de rescate de la Defensa Civil. La situación se agravó aún más con la muerte de un trabajador extranjero de la ONU en un ataque contra una residencia de personal internacional en Deir el Balah, en el centro de la Franja de Gaza. La identidad del trabajador aún no ha sido revelada.
El detonante de esta nueva escalada bélica fue la decisión de Israel de terminar con el alto al fuego, vigente desde el 19 de enero. Pasadas las 2:00 a.m. del martes, Israel bombardeó alrededor de un centenar de puntos en Gaza, desencadenando una ola de muerte y destrucción que ha conmocionado al mundo. La magnitud de la tragedia deja una profunda huella en la región, y la incertidumbre sobre el futuro inmediato pesa sobre los habitantes de Gaza.
Las cifras oficiales reportan una situación crítica, la atención médica se ve sobrepasada y los servicios básicos son cada vez más escasos. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación, mientras la violencia continúa.