Vaticano prepara 'plab B' para la Semana Santa ante la recuperación del Papa Francisco

La recuperación del Sumo Pontífice, tras su ingreso al hospital Gemelli el 14 de febrero por una neumonía bilateral, procede con lentitud. Aunque su estado ya no requiere ventilación mecánica nocturna y se describe como "bajo control", su alta hospitalaria aún no está a la vista. Esto plantea un desafío logístico sin precedentes para el Vaticano, en particular para la inminente Semana Santa.
Fuentes cercanas al Vaticano confirman que se está desarrollando un "plan B" para las celebraciones, ante la posibilidad de que el Papa no pueda participar plenamente en los intensos ritos que se extienden del 13 al 21 de abril. Este plan, que la oficina de prensa del Vaticano describe como "solo hipótesis", no se ha detallado oficialmente, pero algunas filtraciones apuntan hacia una solución que ya se empleó en el pasado.
La Semana Santa, con eventos clave como la Misa del Domingo de Ramos, el lavado de los pies del Jueves Santo (acto tradicionalmente realizado por el Papa en una cárcel romana), el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo y la Misa de Pascua con la bendición Urbi et Orbi, requiere una significativa participación del Papa. Sin embargo, la prolongada convalecencia que el Papa necesitará después del alta médica complica la situación.
Se especula sobre la posibilidad de que varios cardenales, incluyendo nombres como Pietro Parolin (Secretario de Estado), Giovanni Battista Re (Decano del Colegio Cardenalicio), Bado Reina (Vicario de Roma), y Angelo De Donatis (Penitenciario Apostólico), asuman la celebración de diferentes ritos en nombre del Papa. Un precedente se encuentra en el periodo final de la vida de Juan Pablo II, quien, aquejado por el Parkinson, delegó varias ceremonias en sus colaboradores más cercanos. En aquel entonces, las misas incluían lecturas de mensajes del Papa enfermo y homilías adicionales de los cardenales delegados.
Aunque se considera la posibilidad de delegar la totalidad de las ceremonias, también se exploran alternativas para que el Papa, de ser posible, participe al menos en algunos momentos importantes. Se mencionan vídeomensajes o conexiones en directo desde la capilla de la Casa Santa Marta como opciones, un panorama complejo que requiere una cuidadosa planificación.
Mientras la situación evoluciona, la incertidumbre persiste. El próximo parte médico sobre la salud del Papa Francisco se emitirá la próxima semana, ofreciendo una perspectiva más clara sobre el desarrollo de los eventos de Semana Santa.