Muerte por Fentanilo: Padre de bebé de 17 meses busca justicia

En el centro de la tormenta se encontraba Montise Bulley, el padre de Justin Bulley, un niño de apenas 17 meses que falleció en febrero del año pasado en Lancaster, California. Su muerte, calificada como el primer caso de asesinato por fentanilo en el condado de Los Ángeles que involucra a un menor, ha sumido a la familia en un dolor inconmensurable.
Acusados de asesinato por la trágica muerte de Justin se encuentran su madre, Jessica Darthard, y su abuelo, Jessie Darthard. Además, Secret Rodcliff Daniel, un monitor de visitas del Departamento de Servicios Familiares y de Protección de Menores (DCFS), enfrenta cargos por crueldad intencional hacia un menor, lo que podría causarle lesiones o la muerte.
Durante la audiencia preliminar, Montise, visiblemente afectado, compartió su desgarrador testimonio: "De la misma manera que me impactó antes. Es un shock... Me pregunto por qué estoy aquí. Pero sé por qué estoy aquí, porque soy la única voz de mi hijo". Su dolor es aún mayor al saber que luchaba por obtener la custodia de su hijo, un proceso que, según él, lo dejó vulnerable ante una tragedia que podría haber sido evitada.
La abrumadora sensación de impotencia se ve reflejada también en las palabras de Linda Burton, abuela materna de Justin y madre de Jessica: "Mi nieta solía sostener al bebé y jugar con él. Extrañan a su hermanito. No lo entienden". La pérdida irreparable no solo afecta a Montise, sino que deja cicatrices profundas en el resto de la familia, especialmente en los hermanos de Justin, que ahora deben lidiar con la ausencia de su pequeño compañero de juegos.
La audiencia preliminar continúa, y el juez deberá determinar si existen pruebas suficientes para llevar el caso a juicio. Los próximos días serán cruciales para determinar el futuro de los acusados y, en cierta medida, la posibilidad de justicia para el pequeño Justin. El peso de la tragedia, sin embargo, permanecerá, una marca indeleble en la vida de todos los involucrados.