Papa Francisco: Tras grave crisis, retoma sus actividades

El Papa Francisco, de 88 años, regresó a su residencia el domingo pasado tras un ingreso de 38 días en el hospital Gemelli. Su convalecencia, según informó la oficina de prensa de la Santa Sede, se extenderá por "al menos dos meses". Durante su estancia hospitalaria, el Sumo Pontífice enfrentó una infección respiratoria que derivó en una neumonía bilateral, una situación que, según revelaciones posteriores, estuvo a punto de tener un desenlace fatal.
Su jornada ahora incluye fisioterapia respiratoria y motora, intercalada con trabajo y la concelebración de la misa matutina. El uso de oxígeno durante el día es aún necesario, aunque ya no requiere ventilación mecánica nocturna. Un equipo médico permanece a su lado las 24 horas, vigilando cada detalle de su recuperación. Las visitas, por el momento, están restringidas.
Mientras tanto, el Papa no ha dejado de lado sus responsabilidades. Un mensaje enviado a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, escrito durante su hospitalización, aboga por la "prevención de los abusos como uno de los fundamentos sobre los que construir comunidades fieles al Evangelio". El texto, que se publicará próximamente, enfatiza la importancia de crear "un ambiente seguro en la comunidad eclesial para cada niño, cada persona vulnerable".
La atención médica del Papa durante su convalecencia está a cargo de un equipo liderado por su médico de cabecera, Luigi Carbone, y el enfermero de confianza Massimiliano Strappetti, junto con Andrea Rinaldi y otros profesionales sanitarios. El equipo se alterna en su residencia para garantizar la atención ininterrumpida.
Pero la información más impactante llegó con la entrevista del Dr. Sergio Alfieri al diario Corriere della Sera. El médico del Gemelli, quien ya ha operado al Papa en ocasiones anteriores, reveló un momento crítico durante la hospitalización: "se tuvo que decidir entre parar y dejarlo ir o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto". El broncoespasmo sufrido por Francisco representó el punto más álgido de la crisis, dejando a su equipo médico y a sus allegados con la incertidumbre de un posible desenlace fatal. La decisión de seguir luchando, según Alfieri, se basó en la voluntad expresa del Papa: "Inténtalo todo, no te rindas."
Las decisiones concernientes al rezo del Ángelus y las celebraciones de Semana Santa aún no se han tomado. El texto preparado para la audiencia general del miércoles será publicado próximamente. La incertidumbre persiste, pero la fe y la determinación se mantienen intactas.