Corte Suprema avala regulación de 'armas fantasma' en Estados Unidos

La controversia se centra en las llamadas "armas fantasma", kits fáciles de ensamblar sin número de serie, que representan un serio desafío para las fuerzas del orden. Según datos de la ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), en 2021 se recuperaron cerca de 20,000 armas fantasma en escenas del crimen, diez veces más que en 2016. Esta escalada preocupó al gobierno de Biden, quien impulsó una nueva regulación.
La Corte Suprema de Estados Unidos, en un fallo dividido (7-2), ha confirmado la legalidad de la normativa de 2022 de la ATF que exige números de serie y verificación de antecedentes para estas armas. Este dictamen supone un revés para Smith & Wesson e Interstate Arms, quienes habían intentado, sin éxito, que se desestimara la demanda de México contra ellos por su presunta participación en el tráfico de estas armas hacia los cárteles.
La decisión no estuvo exenta de disensos. Los jueces Clarence Thomas y Samuel Alito, conocidos por su postura conservadora, manifestaron su desacuerdo. Por otro lado, el juez Neil Gorsuch argumentó que las armas fantasma se ajustan a la definición de "arma de fuego" según la Ley de Control de Armas de 1968, señalando que: "El kit viene con todos los componentes necesarios y su función prevista como instrumento de combate es obvia".
La defensa de la regulación, liderada por la entonces asesora jurídica de la administración Biden, Elizabeth Prelogar, destacó su importancia para prevenir delitos y evitar que estas armas lleguen a manos equivocadas. Prelogar incluso alegó una disminución significativa en el número de armas fantasma recuperadas desde la implementación de la norma, aunque no proporcionó datos concretos. En contraposición, Peter Patterson, representante de los fabricantes de armas, argumentó que la ATF excedió su autoridad al regular estas piezas.
El caso pone de manifiesto la compleja y polarizada discusión sobre el control de armas en Estados Unidos, un debate con implicaciones internacionales dada la influencia del tráfico ilegal de armas en la violencia en países como México. La batalla legal, sin embargo, parece haber llegado a un punto de inflexión con la decisión de la Corte Suprema.