Aranceles automotrices en Estados Unidos podrían elevar el precio de vehículos hasta $15,000

En el centro de la tormenta se encuentran los aranceles impuestos al sector automotriz. Diversas firmas analíticas, como Cox Automotive, han emitido proyecciones preocupantes. Sus economistas prevén un alza en el precio de los vehículos nuevos en Estados Unidos, con incrementos que oscilan entre los $4,000 y $15,000 dólares, lo que representa entre $80,000 y $300,000 pesos mexicanos.
La magnitud del impacto dependerá del origen de la fabricación. Según Cox Automotive, un vehículo “totalmente producido en EE.UU.” podría experimentar un aumento de alrededor de $3,000 dólares. Sin embargo, para aquellos ensamblados en México o Canadá, el incremento se duplica a $6,000 dólares. Otras firmas, como Bank of America, Bernstein y Guggenheim, ofrecen estimaciones similares, aunque con variaciones en las cifras. Goldman Sachs, por ejemplo, predice un aumento de entre $5,000 y $15,000 dólares para vehículos importados, y de $8,000 dólares para los fabricados en Estados Unidos.
La crisis no afectará a todos los fabricantes por igual. Se espera que General Motors (GM), con una mayor proporción de ensamblaje en México y Canadá, sufra un impacto más significativo que Ford o Stellantis. En contraste, Tesla, gracias a su producción nacional, se presenta como la compañía mejor posicionada para capear el temporal.
A partir de mediados de abril, se pronostica una disminución en la producción de vehículos en Norteamérica, con una reducción estimada de 20,000 unidades diarias. Esta escasez en la oferta, sin duda, se traducirá en una mayor presión sobre los precios, agravando la situación.
El panorama es complejo y las consecuencias, aún inciertas. La industria automotriz, un pilar fundamental de la economía global, se enfrenta a un desafío que definirá su futuro en los próximos años.