Controversia en el DOJ por prisa en desestimar caso de corrupción contra Eric Adams

El centro de la controversia reside en la inusual prisa del DOJ para desestimar el caso de corrupción contra Eric Adams. Este giro inesperado ha generado una ola de especulaciones y preguntas, y el foco de atención se centra en la figura de Emil Bove, tercer al mando del DOJ, y su papel en la decisión.
El memorando redactado por la exfiscal Danielle Sassoon, quien renunció en protesta, revela una interna tensa y una serie de eventos que ocurrieron en enero y febrero de este año. Sassoon describe en detalle una reunión de apenas 40 minutos con Bove y el equipo de abogados de Adams, donde se discutió el futuro del caso, y en donde, según su testimonio, se le impidió completamente exponer sus argumentos contra la desestimación.
“Eso simplemente no basta,” escribió Sassoon en su borrador, expresando su profunda frustración con la forma en que se manejó la situación. Según sus afirmaciones, Bove ya había tomado la decisión de retirar los cargos incluso antes de convocar a la reunión, comunicándole su postura el 27 de enero. Este hecho añade una capa de intriga a la situación, pues el encuentro del 31 de enero fue visto por Sassoon como una mera formalidad.
El documento también destaca la aparente preocupación por la imagen política. Sassoon menciona la sugerencia de un fiscal de no revelar quién autorizó la acusación contra Adams, una indicación de la delicadeza del asunto. En un correo electrónico, Hagan Scotten, otro fiscal que renunció en protesta, escribió: “En ningún mundo nos beneficia decir que el Departamento de Justicia de Biden aprobó esto.” Esta frase ilustra las presiones políticas subyacentes al caso.
La situación se complica aún más con la participación de Todd Blanche, ex abogado de Trump y en ese entonces fiscal general adjunto de los Estados Unidos Sassoon declaró que Bove le aseguró que Blanche estaba de acuerdo con la decisión de desestimar el caso, algo que Blanche negó en su audiencia de confirmación, afirmando desconocer los detalles del caso más allá de la información periodística.
El alcalde Adams, quien se declaró no culpable de los cargos de corrupción, se enfrenta a una carrera reñida en las primarias demócratas de junio. La acusación de aceptar más de $100,000 en contribuciones ilegales de campaña y beneficios de viaje pone en juego su futuro político. La narrativa que argumenta que los cargos son un castigo por criticar las políticas de inmigración del gobierno anterior, ha sido negada por la fiscalía.
La publicación de estos documentos, ordenada por el juez Dale E. Ho, tras una solicitud de varios medios de comunicación, abre un nuevo capítulo en esta compleja historia, dejando un panorama aún incierto sobre el futuro del caso contra Adams.