Trump investiga políticas de diversidad en universidades de California

En el centro de la controversia se encuentra la administración Trump y su cruzada contra las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI). Esta ofensiva, iniciada desde la vuelta de Donald Trump a la presidencia en enero, no solo ha impactado al sector público, sino que también ha generado una sacudida en el ámbito privado, incluyendo un área crucial: la educación superior.
El Departamento de Justicia, bajo la dirección de la fiscal general Pamela Bondi, anunció una investigación a las políticas de admisión de varias universidades de California. Las instituciones en la mira son: la Universidad de California en Berkeley, Irvine y Los Ángeles, junto con la prestigiosa Universidad de Stanford. La investigación se centra en los procesos de admisión, y se fundamenta en un fallo de la Corte Suprema de 2023 que se pronunció en contra de la acción afirmativa en la educación superior.
"El presidente Trump y yo estamos dedicados a poner fin a la discriminación ilegal y a restaurar la oportunidad basada en mérito en el país," declaró Bondi en un comunicado oficial. Esta declaración, que se enfoca en la meritocracia, contrasta con la perspectiva de quienes defienden la acción afirmativa, argumentando que esta herramienta es esencial para democratizar el acceso a la educación en un país con profundas raíces de racismo.
La investigación no es un evento aislado. Se inscribe en una serie de acciones emprendidas por la administración Trump contra universidades consideradas demasiado "progresistas". Se mencionan casos como la amenaza de congelamiento de fondos a la Universidad de Columbia por permitir manifestaciones contra la guerra en Gaza, y la investigación a estudiantes extranjeros basados en sus afiliaciones políticas, con la amenaza de deportación latente. En solo dos meses, la administración ha provocado una reacción en cadena: universidades cerrando oficinas dedicadas a la DEI, reformulando sus comunicaciones y, en algunos casos, despidiendo personal.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro de la educación superior en Estados Unidos, el rol del gobierno en la regulación de las universidades y el debate en torno a la diversidad, la equidad, la inclusión y el acceso a la educación para todos.