La Casa Blanca busca restringir el acceso a la sala de prensa: nueva tensión con la prensa

La Casa Blanca, bajo la administración Trump, ha puesto en la mira el acceso a su icónica sala de prensa. Este espacio, normalmente reservado para 49 periodistas, ha sido por décadas administrado por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA). Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró a Fox News que la administración está "considerando seriamente" tomar el control de la asignación de estos lugares.
Leavitt argumentó que el actual sistema es "absolutamente injusto", acusando a la WHCA de mantener un "monopolio" y de favorecer a "periodistas elitistas de Washington D.C.". Su declaración se produce tras reportes de Axios que señalan el deseo de la Casa Blanca de favorecer a nuevos medios, presuntamente más afines a la administración.
La reacción de la WHCA, de la cual la agencia AFP es miembro, ha sido inmediata y contundente. Su presidente, Eugene Daniels, calificó la medida como "equivocada", afirmando que la intención de la Casa Blanca es "presionar a los periodistas sobre la cobertura con la que no concuerdan". Esta no es la primera vez que la administración busca controlar el flujo de información. En febrero pasado, le quitó a la WHCA el control de la distribución del "pool" de prensa, el grupo de periodistas que acompaña al presidente en sus viajes y cubre eventos en el Despacho Oval.
Esta decisión, según Daniels, forma parte de una estrategia para favorecer medios considerados pro-gobierno. Se menciona como ejemplo el caso de la agencia Associated Press, que carece de acceso a eventos presidenciales por negarse a usar la denominación "Golfo de América" para referirse al Golfo de México, tal como lo exige un decreto presidencial. Este cambio en el acceso a la sala de prensa podría implicar un reordenamiento significativo en la cobertura de las noticias presidenciales, afectando la pluralidad de la información que llega al público.
Las primeras filas de la sala de prensa, tradicionalmente ocupadas por gigantes como CNN, NBC, Fox News, agencias internacionales y periódicos como The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal, podrían sufrir modificaciones sustanciales con este cambio. La situación ha generado incertidumbre en el gremio periodístico y ha abierto un amplio debate sobre la transparencia y el acceso a la información gubernamental en Estados Unidos.