Miyazaki rechaza la IA: "No tiene idea del dolor"

Miles de usuarios comparten sus avatares en mundos fantásticos, evocando la magia de El viaje de Chihiro o Mi vecino Totoro. Incluso el CEO de OpenAI, Sam Altman, se unió a la tendencia. Sin embargo, en medio de esta ola de entusiasmo, una voz se alza con fuerza: Hayao Miyazaki. Un video, que ahora circula viralmente, revela la contundente opinión del maestro de la animación sobre la inteligencia artificial aplicada al arte.
El metraje muestra una presentación donde un grupo de diseñadores mostraron a Miyazaki y a Toshio Suzuki, productor de Studio Ghibli, una animación generada por IA. La pieza representaba una figura grotesca con movimientos antinaturales, descrita por los diseñadores como una exploración de movimientos "más allá de la capacidad humana", ideal para videojuegos de terror. Se explicaba que la figura "parecía bailar" con una cabeza que se movía de forma inquietante, sin mostrar dolor o reacción defensiva.
La reacción de Miyazaki fue contundente. El cineasta, lejos de ver una innovación, sintió una profunda incomodidad. "No puedo ver esto y encontrarlo interesante. Quien crea estas cosas no tiene idea de lo que es el dolor. Estoy completamente disgustado", afirmó, comparando la animación con un amigo suyo con discapacidades motoras que lucha con movimientos cotidianos debido a la rigidez muscular. Para él, la escena no era arte, sino algo profundamente perturbador.
Los diseñadores, al ser cuestionados por Miyazaki y Suzuki sobre el propósito de su experimento, aclararon que se trataba de una prueba para explorar las capacidades de la IA, con el objetivo final de crear una máquina capaz de dibujar como un humano. Una visión que, evidentemente, no comparte el aclamado director de Studio Ghibli.
Este contraste entre la entusiasta adopción de la herramienta por millones de usuarios y la firme crítica de una figura tan respetada en el mundo de la animación, genera un debate crucial sobre el futuro del arte y el rol de la inteligencia artificial en su creación. Las preguntas sobre los límites entre la creatividad humana y la capacidad de las máquinas, siguen abiertas.
La popularidad del generador de imágenes de OpenAI, integrado en GPT-4o, es innegable. Pero la perspectiva de Miyazaki, profundamente arraigada en la comprensión humana de la emoción y el sufrimiento, ofrece una contraparte necesaria a la conversación sobre la IA en el arte.