Trump detiene a 113,000 migrantes y expulsa a 100,000 en lo que va de 2025

Datos del New York Post revelan que, desde septiembre de 2024 hasta marzo de 2025, la cantidad de cruces ilegales ha disminuido drásticamente. Mientras que en septiembre se registraron 53,858 entradas, en marzo la cifra se redujo a tan solo 7,000. Este descenso se observa de manera consistente a lo largo de esos meses: 56,523 en octubre, 46,615 en noviembre, 47,322 en diciembre y 29,101 en enero, con una notable baja en febrero (8,347) y marzo (7,000).
Según una fuente del Departamento de Seguridad Nacional, la administración Trump ha registrado 113,000 detenciones de migrantes desde su investidura en enero de 2025. De ese total, al menos 100,000 han sido deportados. Si bien se desconoce la procedencia exacta de la mayoría, la fuente indica que un número significativo ha sido enviado a México. En los primeros 50 días de gobierno, se registraron 32,000 detenciones.
Este incremento en las deportaciones se enmarca dentro de la política migratoria de la administración, que busca cumplir con su promesa de campaña de deportar a indocumentados y miembros de pandillas. Para ello, el gobierno ha recurrido a una ley que permite la expulsión inmediata de "enemigos extranjeros", una medida aplicada a venezolanos acusados —sin evidencia presentada— de pertenecer al Tren de Aragua (TDA).
Esta acción ha sido impugnada por la Unión de Libertades Civiles (ACLU), que logró una orden judicial para detener las expulsiones bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. Sin embargo, el Departamento de Estado confirmó la expulsión de 17 migrantes adicionales bajo la misma acusación, generando controversia y cuestionamientos legales.
La fuente del New York Post atribuye la disminución en los cruces fronterizos al "miedo" generado por las consecuencias de la migración ilegal, afirmando que: “Las entradas ilegales a Estados Unidos ya no son una vía encubierta para obtener estatus. Todos los que son capturados son acusados y cumplen una condena.”
La situación migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos continúa generando tensiones y debates sobre las implicaciones humanitarias y legales de las políticas implementadas.