Trump convierte su mensaje de Pascua en ataque político: arremete contra la izquierda y Biden

El mensaje, publicado en Truth Social, no fue una felicitación pascual tradicional. Trump, lejos de los buenos deseos, arremetió contra "los lunáticos de la izquierda radical", a quienes acusó de conspirar para liberar a criminales. Citó textualmente: "Feliz Pascua para todos, incluyendo a los lunáticos de la izquierda radical que están luchando e intrigando tan duro para traer asesinos, capos de la droga, prisioneros peligrosos, enfermos mentales y conocidos miembros de la pandilla MS-13 y golpeadores de esposas de vuelta a nuestro país."
Pero la crítica no se quedó ahí. Trump también dirigió sus dardos hacia la judicatura, calificándola de "débil e ineficaz" por permitir, según él, un "ataque siniestro" a la nación. Además, apuntó directamente contra su predecesor, Joe Biden, a quien culpó de una política fronteriza abierta, llamándola "el acto más calamitoso jamás perpetrado contra Estados Unidos". No se olvidó de sus reiteradas acusaciones de fraude electoral en 2020, añadiendo un sarcástico "Feliz Pascua" a sus adversarios políticos.
El contexto es crucial para entender el mensaje. Un día antes, un juez federal había bloqueado una política de la administración Trump que permitía la deportación rápida de cientos de migrantes. Esta decisión judicial, junto a la persistente narrativa del expresidente sobre el fraude electoral, alimenta el tono combativo de sus declaraciones de Pascua. La ironía de un mensaje de "paz" repleto de ataques políticos es difícil de pasar por alto.
Más allá de la controversia, la fecha elegida no es casual. La Pascua, celebración central para los cristianos, simboliza la esperanza y la renovación. El contraste entre este simbolismo y el mensaje cargado de resentimiento e inquina del expresidente Trump genera una imagen compleja y digna de análisis.
El mensaje generó un debate inmediato en redes sociales, dividiendo opiniones y destacando la polarización política en Estados Unidos. La estrategia comunicativa de Trump, siempre enfocada en mantener a su base activa, parece nuevamente haber dado frutos, aunque sea a costa de las convenciones y la diplomacia que se espera en un mensaje de festividad religiosa.