Aranceles de Estados Unidos hunden pedidos y producción en fábricas chinas

La guerra comercial entre Estados Unidos y China, iniciada durante la administración Trump, sigue dejando secuelas profundas. En 2024, el 15% de las exportaciones chinas tenían como destino Estados Unidos. Con la imposición de aranceles de al menos un 145%, la situación para muchas fábricas chinas se volvió crítica.
Según reportes del Financial Times, la cancelación y suspensión de pedidos por parte de clientes estadounidenses ha obligado a muchas empresas a tomar medidas drásticas. Fabricas de productos tan diversos como jeans y electrodomésticos se han visto forzadas a reducir la producción. Esto no se traduce simplemente en menores ganancias; implica la pérdida de empleos o, al menos, una significativa disminución de horas de trabajo.
Testimonios de trabajadores, como el de una empleada de 28 años de una fábrica de plásticos en la provincia de Fujian, reflejan la situación: "Los pedidos de exportación desaparecieron, así que hemos detenido temporalmente". Esta frase resume el panorama de incertidumbre que enfrentan miles de trabajadores en el país.
La situación es particularmente grave en fábricas altamente dependientes del mercado estadounidense. En Guangdong, tres reclutadores reportaron que un número creciente de plantas está reduciendo horas extras y trabajo los fines de semana. Videos publicados en Douyin muestran fábricas silenciosas, un reflejo desolador de la situación.
Algunas empresas, como DeHong Electrical Products en Dongguan, han optado por medidas de contingencia, ofreciendo un mes de permiso con salario mínimo a sus empleados. En un comunicado oficial, la empresa admite estar frente a "una presión significativa a corto plazo". Mientras tanto, tanto grandes empresas tecnológicas como ciudades como Shenzhen y Dongguan, importantes centros de exportación, implementan programas de apoyo para intentar estabilizar el comercio exterior.
La declaración del presidente Trump del 15 de abril, donde señaló que "China necesita alcanzar un acuerdo con nosotros. No tenemos que hacer un trato con ellos", refleja la complejidad de la situación y el impacto que las decisiones políticas internacionales tienen en la vida de personas comunes.
La situación se presenta como un caso de estudio sobre las complejas relaciones económicas internacionales y su impacto directo en la fuerza laboral. La incertidumbre, la adaptación y la búsqueda de nuevos mercados se convierten en las claves para la supervivencia de muchas de estas empresas.