Trump designa a Waltz para la ONU y nombra a Rubio como asesor de seguridad

El foco se centra en Michael Waltz, quien hasta hace poco ocupaba el puesto de Asesor de Seguridad Nacional. Su salida, inesperada para algunos, se ha visto precedida por una serie de controversias que han puesto en entredicho la gestión de información sensible.
La filtración de conversaciones a través de la aplicación Signal, que incluían información altamente confidencial sobre una operación militar en Yemen, desencadenó una ola de críticas. A esto se sumó la revelación de que Waltz y su equipo utilizaron cuentas personales de Gmail para asuntos gubernamentales, una práctica que generó preocupación por la seguridad de datos.
Estas situaciones llevaron a un intenso debate público. El Senador Jack Reed, demócrata de alto rango en el Comité de Servicios Armados, declaró: “Esta administración carece de disciplina y rendición de cuentas, y esto se demuestra claramente.”
La situación se agravó con el despido de varios miembros del Consejo de Seguridad Nacional, supuestamente por discrepancias ideológicas con el ala más aislacionista del gobierno de Donald Trump. Se especula sobre la influencia de figuras como la activista Laura Loomer, quien abogó por la remoción de personal considerado "neoconservador".
En medio de este contexto, el Presidente Trump anunció a través de redes sociales la designación de Waltz como embajador ante la ONU, y nombró a Marco Rubio como Asesor de Seguridad Nacional interino. Rubio, actual Secretario de Estado, mantendrá su cargo hasta que se encuentre un reemplazo permanente.
La brevedad del mandato de Waltz, comparable solo al de su predecesor Michael Flynn, ha generado interrogantes sobre la estabilidad del equipo de seguridad nacional bajo la administración Trump. El futuro de Alex Wong, el subdirector de Waltz, permanece incierto, especialmente considerando las afirmaciones de Loomer en redes sociales.
Mientras tanto, las figuras clave del gabinete como Pete Hegseth (Secretario de Defensa) y el propio Rubio, han recibido el apoyo explícito de Trump, generando aún más incertidumbre sobre las dinámicas internas de la Casa Blanca.