Deportan a guatemalteca tras engaño en trámite de Green Card

El centro de la tormenta es Rosmery Alvarado, una guatemalteca que reside en Estados Unidos hace dos décadas. Su esposo, Nixon Morán, recientemente naturalizado ciudadano estadounidense, solicitó la green card para ella, un proceso que esperaban resolviera su estatus migratorio.
El 19 de marzo, Nixon Morán obtuvo la ciudadanía y comenzó los trámites de residencia para su esposa. Días después, Rosmery recibió una citación del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) para una entrevista en Kansas City. Según su hija, Carina Morán, la citación fue inesperada y generó dudas, ya que llegó con muy poca antelación y sin notificación previa a su abogado. “Era muy extraño”, comentó Carina, describiendo la situación como inusual y sospechosa.
A pesar de sus recelos, la familia decidió acudir a la cita. Al llegar a las oficinas del USCIS, la familia trató de obtener información sobre el propósito de la cita, pero los oficiales se negaron a proporcionar detalles. Dentro del edificio, Nixon fue separado de Rosmery. Minutos después, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestaron a Rosmery Alvarado.
Carina describe el arresto como un shock: “Un oficial de ICE se acercó a mi padre y le dijo: ‘Arrestamos a su esposa y será deportada’”. Rosmery fue trasladada al Centro de Detención del Condado de Chase, en Cottonwood Falls, Kansas.
La familia afirma que Rosmery fue engañada. Carina, junto con sus tres hermanos, todos ciudadanos estadounidenses, denunció que se les hizo creer que la petición de residencia había sido aprobada. La situación es aún más preocupante porque Rosmery sufre de diabetes, presión arterial alta y tiene antecedentes de cáncer de mama, y según Carina, pasó horas sin comida ni agua después del arresto.
Los abogados de Alvarado presentaron una apelación ante la Junta de Apelaciones de Inmigración, pero ella permanece detenida. La familia espera una resolución, pero la incertidumbre y la angustia persisten. “Siento como si me la hubieran arrebatado y como si no la volviera a ver,” confesó Carina en redes sociales.
Mientras la apelación se procesa, la familia Morán Alvarado espera con ansiedad noticias sobre el futuro de Rosmery, una madre, una esposa, y una mujer que ha construido su vida en Estados Unidos por dos décadas.