Informe revela que inmigrantes comenten menos delitos que los ciudadanos estadounidenses

Un estudio reciente de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), financiado por el Instituto Nacional de Justicia y presentado a la Corte de Comisionados del Condado de El Paso, ha generado un revuelo. El estudio analizó miles de registros de la cárcel del condado, arrojando resultados sorprendentes que contradicen las afirmaciones de algunos políticos.
Los investigadores, utilizando dos conjuntos de datos —un análisis cuantitativo de 5,175 ingresos consecutivos en la cárcel del Condado de El Paso y entrevistas estructuradas a 273 reclusos— descubrieron que los inmigrantes representan solo el 15% de las reservas en la cárcel, a pesar de constituir el 23% de la población local. Esto es significativo, pues contradice la percepción generalizada. "Los inmigrantes, especialmente los indocumentados, mostraron niveles de riesgo criminógeno consistentemente más bajos", explicó un investigador.
Más allá de las cifras generales, el estudio profundizó utilizando los "Ocho Factores Criminógenos Centrales" para comparar a los inmigrantes con los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Estos factores incluyen:
El Dr. Theodore R. Curry, profesor asociado de justicia penal de la UTEP, destacó que la idea de que los inmigrantes cometen más crímenes que los ciudadanos no está respaldada por los datos. "Estudios realizados aquí en El Paso y en otras partes de Estados Unidos muestran consistentemente que los inmigrantes tienen tasas de criminalidad más bajas que los ciudadanos estadounidenses nativos", afirmó.
La investigación contrasta directamente con las declaraciones de figuras políticas en eventos recientes, como la Convención Nacional Republicana del año pasado. Sin embargo, datos nacionales muestran que las tendencias de delincuencia e inmigración a menudo se mueven en direcciones opuestas. Por ejemplo, la delincuencia violenta aumentó en 2020 cuando la inmigración ilegal disminuyó, y disminuyó en 2021 y 2022 a medida que la inmigración aumentó. Esta correlación merece una atención cuidadosa.
Los condados fronterizos de Texas, a pesar de sus grandes poblaciones inmigrantes, reportan consistentemente tasas de delincuencia violenta más bajas que los promedios estatales y nacionales. El estudio concluye que las políticas dirigidas a reducir la inmigración basadas en preocupaciones de seguridad pública no están fundamentadas en la evidencia.