El ascenso del Papa León XIV y su contraste con Trump genera reacciones globales

El cardenal Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, un estadounidense naturalizado peruano, ha ascendido al papado. Su nombramiento ha generado una ola de reacciones diversas, principalmente por la coexistencia de su figura con la del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Dos figuras estadounidenses de inmensa influencia global, con visiones aparentemente contrastantes.
El nuevo Papa, políglota con dominio de cinco idiomas, sorprendió al mundo al dirigirse primero en italiano y español durante su presentación, omitiendo el inglés. Una acción que, aunque aparentemente sutil, carga con un significado estratégico complejo. Algunos observadores lo interpretan como una declaración implícita de independencia de la política exterior estadounidense.
La situación se complica aún más al analizar las posturas aparentemente divergentes de ambos líderes. Mientras Trump ha adoptado una política de "Estados Unidos Primero", con aranceles elevados, posturas imperialistas y drásticos recortes en la ayuda internacional; el Papa León XIV, a través de su cuenta de redes sociales —una decisión poco convencional para un pontífice— ha compartido mensajes críticos con las políticas de Trump en áreas como inmigración, control de armas y cambio climático. “Tenemos esta poderosa voz moral que potencialmente va a poder enfrentarse a la otra voz estadounidense más poderosa”, afirma Charlie Sykes, conservador anti-Trump y católico.
Incluso el hermano del Papa, John Prevost, en una entrevista con The New York Times, asegura que su hermano no se mantendrá silente ante los desacuerdos con el gobierno de Trump. “Sé que no está contento con lo que está pasando con la migración… No se quedará de brazos cruzados. No creo que se quede callado”.
Sin embargo, la historia no es tan simple. Grupos como "Católicos para Católicos", que apoyan a Trump, han encontrado en la trayectoria del Papa aspectos que los entusiasman, como su postura antiaborto y su oposición a ciertas políticas educativas del gobierno peruano. La complejidad del panorama se ilustra con la declaración de John Yep, director ejecutivo del grupo: “Ha dicho y hecho algunas cosas contradictorias en el pasado… No quiero apresurarme a emitir juicios de inmediato”.
La reacción de Trump, al menos públicamente, ha sido positiva. Tanto él como el vicepresidente, JD Vance, lo felicitaron en redes sociales, celebrando su origen estadounidense. No obstante, la reacción de algunos de los partidarios más fervientes de Trump ha sido claramente negativa, calificando al Papa León como "anti-Trump", "anti-MAGA", y utilizando términos fuertes como "marxista".
El análisis de la elección del Papa León XIV, más allá de la nacionalidad, se centra en la tensión entre dos visiones de Estados Unidos en el escenario global. Un debate que trasciende las fronteras políticas y religiosas, dejando abierta la pregunta sobre cómo se desarrollará la relación entre estos dos pesos pesados de la influencia mundial.