Citas en tribunales de inmigración, nuevas trampas para migrantes

En Phoenix, Arizona, y otras ciudades como California, Nueva York, Texas y Florida, la realidad para los migrantes indocumentados ha dado un giro inesperado. Agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) están aprovechando las citas en los tribunales de inmigración para realizar detenciones masivas. Esto ocurre luego de que el 21 de enero, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitiera un memorando autorizando estas acciones.
El testimonio de una mujer cuyo marido fue detenido frente al tribunal es desgarrador: “Dieron por terminada la corte, salimos y nos íbamos a la casa cuando se acercaron estos muchachos, que dicen que son del ICE”. La escena se repitió con decenas de personas, hombres, mujeres y niños, esposados y llevados en camionetas del ICE. Muchas detenciones ocurrieron sin presentación de órdenes judiciales, dejando a los migrantes en una situación vulnerable e indefensa.
Una joven colombiana, en su primera comparecencia para solicitar asilo, vivió el terror de ser detenida tras la denegación de su solicitud. Su caso ilustra la cruda realidad: la cita judicial, pensada para avanzar en el proceso de regularización, se convierte en una trampa mortal.
Las protestas no se hicieron esperar. Decenas de manifestantes gritaban “¡Fuera ICE!”, en enfrentamientos con los agentes federales. La indignación se extendió, con comparaciones de los agentes con la Gestapo. Algunos cuestionan la política migratoria, argumentando que no se limita a la detención de criminales, como se había prometido.
Tres funcionarios de inmigración, bajo anonimato, revelaron a la agencia AP que el lunes los fiscales recibieron la orden de comenzar a desestimar casos, facilitando así las detenciones del ICE a la salida de los tribunales. Esta estrategia genera un clima de terror que disuade a testigos de comparecer en juicios, poniendo en riesgo la seguridad pública.
El comunicado del DHS, que justifica las acciones con la frase “la secretaria Noem está empoderando a las fuerzas del orden para que usen el sentido común y expulsen a los inmigrantes ilegales de las comunidades estadounidenses”, resulta contradictorio ante la confusión pública de la propia secretaria Noem sobre el habeas corpus. La funcionaria lo definió erróneamente como un derecho presidencial para expulsar personas y suspender sus derechos.
El caso de Juan Serrano, un migrante colombiano de 28 años sin antecedentes penales, detenido en Miami, destaca la arbitrariedad de estas medidas. Su historia, relatada por su novia, quien habló bajo condición de anonimato, muestra la vulnerabilidad de los migrantes que buscan una vida mejor, enfrentándose a la deportación tras haber cumplido con los requerimientos legales.
El debate se intensifica. Mientras la senadora estatal de Arizona, Catherine Miranda, califica las acciones del ICE como “algo sin precedentes, y absolutamente reprensible”, el senador republicano de Arizona, John Kavanagh, se muestra a favor de las detenciones masivas, declarando: “La gente que son migrantes ilegales deberían ser detenidos no solo en los tribunales, sino en cualquier sitio que se encuentren”. El panorama sigue incierto para miles de migrantes en Estados Unidos.