Trump espera luz verde de tribunales para seguir con expulsiones de migrantes

El sábado, durante la graduación de la prestigiosa academia militar, el Presidente Donald Trump hizo una declaración sobre la política migratoria de su administración. Sus palabras, pronunciadas frente a cadetes, familias y autoridades, no dejaron indiferente a nadie.
"No es fácil, pero ojalá los tribunales nos permitan continuar," declaró Trump, refiriéndose a las expulsiones de migrantes. Este comentario se produce en un contexto de constantes desafíos legales a las políticas migratorias del gobierno.
Trump enfatizó en su discurso la necesidad de proteger las fronteras, describiendo la situación como una "invasión" durante los últimos años. Aseguró, además, que una parte significativa de los inmigrantes son "delincuentes" o "enfermos mentales", una afirmación que ha sido ampliamente criticada.
El mandatario resaltó el despliegue del Ejército en la frontera con México, atribuyéndole el mérito de la reducción de "cruces fronterizos ilegales" a prácticamente cero. Sin embargo, la exactitud de esta afirmación es cuestionada por diversas organizaciones de derechos humanos.
Pero las acciones del gobierno no se han quedado sin respuesta. Recientemente, una corte de Massachusetts emitió una orden judicial que impide la expulsión de ocho migrantes –incluyendo dos cubanos y un mexicano– a Sudán del Sur. A pesar de esta orden, se reporta que el gobierno de Trump ignoró la orden judicial, permitiendo el despegue del avión con los migrantes a bordo, alegando que permanecen bajo custodia federal en Yibuti.
Otro frente legal se abrió con la suspensión temporal, por una juez federal de Massachusetts, de la decisión del Departamento de Seguridad Nacional de paralizar las matrículas de estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard. El gobierno acusa a la institución de fomentar el "antisemitismo", acusación que Harvard niega rotundamente.
La Universidad, que ya ha sufrido la pérdida de financiación y la revocación de su estatus fiscal por parte del gobierno, se ha negado a proporcionar los datos de los estudiantes que participaron en las protestas que originaron la controversia. Este complejo entramado de decisiones judiciales y acciones gubernamentales continúa desarrollándose, dejando abiertas diversas interrogantes sobre el futuro de la política migratoria estadounidense.