Estados Unidos retira vacuna COVID-19 para niños sanos y embarazadas

Este martes, el panorama cambió drásticamente. Robert F. Kennedy Jr., Secretario de Salud de Estados Unidos bajo la Administración Trump, realizó un anuncio sorprendente a través de redes sociales. El anuncio, realizado junto a figuras clave como Jay Bhattacharya, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), y Marty Makary, Comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), revela un giro inesperado en la estrategia de vacunación contra la COVID-19.
"El año pasado, el Gobierno de Biden instó a los niños sanos a recibir otra dosis de la vacuna contra la COVID-19 a pesar de la falta de datos clínicos que respalden la estrategia de dosis de refuerzo en niños," señaló Kennedy Jr. en su video. Esta declaración, contundente y directa, contrasta con las anteriores políticas de vacunación.
La decisión central es la retirada de la recomendación de vacunación contra la COVID-19 para niños sanos y mujeres embarazadas. A partir de ahora, la vacuna dejará de incluirse en el calendario de vacunación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para estos grupos. Esta modificación se basa, según los funcionarios, en una "cuestión de sentido común y buena ciencia".
Este anuncio no carece de antecedentes. Una semana antes, Makary había adelantado que la FDA planeaba restringir el uso de las vacunas en adultos y niños sanos. Además, el anuncio llega en un contexto marcado por la renuncia del Dr. Peter Marks, máximo responsable de vacunación de la FDA, a finales de marzo, debido a las controversias generadas por las declaraciones del Secretario Kennedy Jr. El funcionario había criticado duramente las políticas de vacunación, llegando incluso a calificar a la vacuna contra la COVID-19 como "la más letal jamás fabricada".
La situación se complica aún más con la postura de la Administración Trump, que atribuye la pandemia al origen de la fuga de laboratorio en Wuhan, China, una teoría que ha ganado fuerza desde la llegada de Trump al poder.
El cambio en las recomendaciones de vacunación, respaldado por figuras influyentes en la salud pública estadounidense, representa un cambio de paradigma en la lucha contra la COVID-19 en el país. Los detalles de la implementación de esta nueva política, y sus implicaciones a largo plazo, aún están por verse.