Nueva estrategia migratoria de Estados Unidos: 3,000 detenciones diarias

Stephen Miller, Subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, y Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional, están al centro de esta nueva estrategia. Según reportes de Axios, ambos habrían instruido a oficiales de inmigración a incrementar las detenciones a una meta de 3,000 diarias. Esto representa el triple del promedio diario durante los primeros meses del primer mandato de Donald Trump.
La instrucción, dada durante una tensa reunión el 21 de mayo en la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en Washington D.C., provocó temor entre algunos asistentes. Fuentes citadas por Axios indican que el tono de Miller dejó a entender que aquellos que no cumplan la cuota podrían perder sus empleos. Noem, aunque con un enfoque menos confrontacional, respaldó la expansión de las medidas de aplicación de la ley y buscó retroalimentación de los líderes del ICE.
Esta intensificación de las detenciones en el interior del país se enmarca en lo que la administración llama "la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos". Actualmente, ICE tiene bajo custodia a cerca de 49,000 individuos, una cifra que excede los límites de financiamiento del Congreso y se espera que aumente con la intensificación de las medidas.
En los primeros 100 días del nuevo mandato de Trump, más de 139,000 personas han sido deportadas, con ICE reportando 66,000 arrestos. El 75% de estas personas tenían antecedentes penales, incluyendo 1,300 condenados por crímenes sexuales y cerca de 500 acusados o condenados por homicidio. Estos esfuerzos han enfrentado desafíos legales y controversias, como el caso de Kilmar Abrego Garcia, quien fue deportado erróneamente a El Salvador a pesar de una orden judicial que prohibía su expulsión. El gobierno no ha cumplido con la orden de la Suprema Corte.
En una reciente entrevista con Newsmax, Miller desestimó las preocupaciones sobre el caso Abrego y afirmó que los ciudadanos estadounidenses merecen reparaciones por "los daños infligidos por la migración masiva", citando la delincuencia, el bajo rendimiento escolar y las sobredosis de drogas como consecuencias de lo que él describió como décadas de inmigración descontrolada. "Todos merecemos reparaciones por lo que nos han robado," dijo Miller.
El incremento en las detenciones y las declaraciones de Miller plantean interrogantes sobre el impacto a largo plazo de esta política en la sociedad mexicana y estadounidense, así como sobre el respeto a los derechos humanos y el debido proceso.