Detienen a 11 mexicanos en redadas migratorias en Los Ángeles

El epicentro de la tensión se centra en una serie de redadas llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en las que, según la cadena CBS, al menos 44 personas fueron arrestadas en el Distrito de Westlake, el centro y el sur de Los Ángeles. Estas "intervenciones dirigidas", como las califican las autoridades, no han pasado desapercibidas.
Un incidente particularmente significativo ocurrió en una tienda mayorista de ropa en el Distrito de la Moda. Las detenciones allí provocaron fuertes protestas, que fueron dispersadas, según Los Angeles Times, con granadas aturdidoras y gas pimienta. La situación generó una ola de indignación en la comunidad.
En medio de este contexto, el cónsul general de México en Los Ángeles, Carlos González Gutiérrez, ha confirmado la detención de 11 ciudadanos mexicanos durante las redadas. Esta información añade una dimensión crucial a la situación, intensificando la preocupación.
La detención de David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio-Trabajadores de Servicio Unidos Oeste, durante uno de los operativos, ha generado aún más controversia. Las autoridades federales alegan que Huerta fue detenido por "obstruir deliberadamente el acceso de los agentes federales a un lugar de trabajo donde estaban ejecutando una orden judicial bloqueando su vehículo".
Tanto el Departamento de Policía de Los Ángeles como el Departamento del Sheriff del Condado han emitido comunicados aclarando su postura: no participarán en la aplicación de las leyes civiles de inmigración ni en la verificación del estatus migratorio de ninguna persona. Un intento por transmitir calma y seguridad a los residentes.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó su indignación a través de X (antes Twitter): “Me siento completamente encolerizada por lo que ha ocurrido. Estas tácticas siembran terror en nuestras comunidades y perturban los principios básicos de seguridad en nuestras ciudades”.
Estos sucesos en Los Ángeles siguen a una serie de operativos similares en el sur del país, incluyendo uno en San Diego en mayo, donde también se usaron granadas aturdidoras. La situación sigue en desarrollo y sus consecuencias aún se están evaluando.