Manifestación en Nueva York por acciones de ICE terminan en violencia

El foco de la controversia reside en las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). En las últimas semanas, se han reportado detenciones de migrantes que acudían a citas judiciales rutinarias, lo que ha despertado la indignación de muchos. Este fin de semana, las manifestaciones alcanzaron su punto álgido en varios puntos de la ciudad, incluyendo Foley Square y los alrededores de Federal Plaza.
En el Bajo Manhattan, la situación se intensificó el sábado. Un grupo de manifestantes se enfrentó a la policía, resultando en al menos nueve arrestos. Testigos describen la intervención policial como contundente, con uso de gas pimienta para dispersar a la multitud. “Es un callejón sin salida: estas personas cumplen la ley, asisten a sus audiencias, a sus chequeos médicos”, declaró un manifestante a NBC New York, reflejando la frustración generalizada.
La situación no se limita a Nueva York. Los Ángeles también ha sido epicentro de fuertes protestas, lo que llevó al despliegue de cientos de soldados de la Guardia Nacional para proteger edificios federales, incluyendo un centro de detención. Las imágenes muestran miles de manifestantes cerrando importantes arterias viales, con enfrentamientos que involucraron el uso de gases lacrimógenos por parte de las autoridades.
El Departamento de Seguridad Nacional, por su parte, calificó a los manifestantes de "alborotadores" a través de un comunicado en redes sociales, destacando la rápida respuesta policial en Nueva York, en contraste con Los Ángeles. Esta discrepancia en el manejo de las protestas solo alimenta el fuego del debate.
En este contexto de creciente tensión, una nueva prohibición de viajes impuesta por el presidente Trump, afectando a ciudadanos de 12 países, principalmente de África y Oriente Medio, entró en vigor este lunes. La lista incluye:
Mientras tanto, las autoridades continúan monitoreando la situación, preparándose para posibles nuevas manifestaciones en los próximos días. El ambiente en la ciudad permanece cargado, con la incertidumbre sobre el futuro de las políticas migratorias y su impacto en las comunidades.