El Papa Leóon XIV llama a la paz tras bombardeo de Estados Unidos en Irán
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Nicol Matuz ScottEste domingo, desde la ventana del Palacio Apostólico, ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV emitió un mensaje cargado de urgencia. Sus palabras, dirigidas a la comunidad global, reflejan la gravedad de la situación tras el bombardeo de Estados Unidos sobre Irán, involucrando también a Israel y Palestina en un conflicto cada vez más complejo.
El Papa lamentó profundamente las "noticias alarmantes" provenientes de Medio Oriente, destacando la amenaza que este conflicto representa para la población civil. Señaló la urgencia de un "adecuado apoyo humanitario" en las zonas más afectadas, un llamado que resuena con especial fuerza entre los jóvenes mexicanos preocupados por la justicia social global.
La declaración del Sumo Pontífice fue contundente: “Cada miembro de la comunidad internacional tiene una responsabilidad moral: detener la tragedia de la guerra antes de que se convierta en una vorágine irreparable.” Su mensaje recalca la necesidad de una respuesta diplomática, un llamado a la razón y la responsabilidad en un momento de extrema tensión.
El Papa León XIV, consciente de la trascendencia de sus palabras, recordó que “no existen conflictos lejanos cuando la dignidad humana está en juego”. Su advertencia se centra en las consecuencias devastadoras de la guerra, enfatizando que “la guerra no resuelve los problemas sino que los amplifica”, dejando heridas profundas en la historia de los pueblos que tardan generaciones en sanar. Señaló con preocupación el sufrimiento de la población, especialmente las madres que lloran a sus hijos y los niños que viven atemorizados.
El llamamiento a la diplomacia, a la búsqueda de soluciones pacíficas, a la construcción de un futuro basado en la paz y no en la violencia, se alza como un faro de esperanza en medio de la oscuridad que amenaza a la región. La urgencia de la situación demanda una respuesta inmediata y coordinada de la comunidad internacional. El silencio ante el sufrimiento humano ya no es una opción.
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