"No supimos cerrar el partido cuando teníamos el control", admitiría después el entrenador en jefe de los Chargers.
Con cinco minutos restantes en la segunda mitad, el marcador reflejaba una ventaja de 10-0 para los locales. Hasta ese momento, la defensa había limitado a los Commanders a un solo primer down. Pero todo cambió con:
- Una formación ilegal en la patada inicial que revivió las esperanzas de Washington
- Tres pérdidas de balón en territorio propio
- 10 penalizaciones por 85 yardas que truncaron drives prometedores
Por su parte, Justin Herbert enfrentó otra noche complicada detrás de una línea ofensiva diezmada. Capturado en cuatro ocasiones, el mariscal de campo suma ya 16 sacks en la temporada. Aún así, completó el 75% de sus pases (22/29) para 166 yardas.
Los Commanders (3-2) demostraron una capacidad de reacción que los mantiene en la pelea por los playoffs. Mientras, los Chargers ven cómo su prometedor 3-0 se esfuma con dos derrotas consecutivas marcadas por errores autoinfligidos.
