EE.UU. deportará a cientos de iraníes en medio de tensión geopolítica

El director general de Asuntos Parlamentarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Noushabadi, reveló que el primer grupo de 120 deportados saldrá "en las próximas 48 horas" con escala en Qatar antes de llegar a suelo iraní. Las autoridades qataríes no han confirmado aún su participación como intermediarias.
El contexto no podría ser más delicado:
Las sanciones de la ONU volvieron a activarse contra Teherán la semana pasada, justo cuando el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y el presidente Masoud Pezeshkian intentaban sin éxito frenar las medidas durante la Asamblea General. El ayatolá Ali Khamenei había advertido previamente que negociar con EE.UU. era "un callejón sin salida".
Organizaciones de derechos humanos ya alzan la voz. Jamal Abdi, presidente del Consejo Nacional Irano-Americano, denunció condiciones "deplorables" en los centros de detención y advirtió sobre riesgos de persecución política para quienes retornen. Según sus datos, muchos deportados participaron en protestas antigubernamentales antes de huir.
Las cifras oficiales muestran un cambio radical en la política migratoria: mientras en 2024 solo 20 iraníes fueron deportados, ahora cientos enfrentan un destino incierto. Expertos señalan que este movimiento podría reavivar viejas tensiones, especialmente después de los bombardeos estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes en junio pasado.
Lo que queda claro es que, más allá de las cifras, vidas humanas quedan atrapadas en medio de un pulso geopolítico que parece lejos de terminar. Mientras el primer avión se prepara para despegar, las preguntas sobre el futuro de estos deportados y las consecuencias diplomáticas del operativo siguen sin respuesta.