Los enfrentamientos entre los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que comenzaron el pasado lunes 14 de mayo, han causado estragos en comunidades del municipio Chicomuselo, situado en la zona serrana de Chiapas. La violencia se ha extendido hasta el poblado de Morelia, donde uno de los grupos armados explota ilegalmente una mina.
Trágicamente, en el curso de estos disturbios, una familia compuesta por 11 personas, incluyendo menores de edad, perdió la vida en el poblado de Morelia. Esta familia era miembro activo de la Parroquia local y participaba en la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Los enfrentamientos han dejado un rastro de destrucción en la comunidad, con hogares, vehículos y terrenos incendiados.
Los desates de violencia han obligado a una nueva ola de personas a huir de sus hogares en busca de seguridad. Según testigos presenciales, la familia asesinada no tenía vínculos con los grupos delictivos, pero fueron atacados brutalmente. Los informes sugieren que los perpetradores llegaron en vehículos blindados, dispararon contra ellos y luego prendieron fuego a la vivienda.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE) confirmó el homicidio de las 11 personas y ha iniciado investigaciones para identificar y procesar a los responsables. Se han llevado a cabo levantamientos de los cuerpos y diligencias de identificación con los familiares. Las autoridades han desplegado patrullajes en la zona para mantener la paz y continuar con las investigaciones.