Manuel Guerrero, el mexicano condenado en Catar a seis meses de prisión, pero que podrá salir del país tras pagar una multa de 10.000 riyales cataríes (unos 2.746 dólares), anunció que apelará la decisión al insistir en que lo detuvieron en febrero por su orientación sexual.
Guerrero, quien también tiene ciudadanía británica, expresó: "Quiero apelar el veredicto y estoy solicitando asesoramiento de expertos sobre mis opciones al respecto". El mexicano obtuvo una sentencia por "posesión de drogas" después de ser arrestado en Doha, la capital de Catar, el 4 de febrero.
Según Guerrero, las autoridades cataríes lo detuvieron tras acudir a una cita acordada a través de una aplicación donde los agentes crearon un perfil falso y lo arrestaron en el lugar de encuentro. En prisión, denunció haber firmado papeles sin conocer su contenido, haber estado privado de agua por más de un día y haber tenido dificultades para acceder a su tratamiento contra el VIH.
El mexicano afirmó que fue condenado injustamente por posesión de drogas, alegando que le sembraron metanfetaminas. También denunció violaciones al debido proceso durante su detención y juicio, incluyendo torturas y malos tratos para presionarlo a revelar información sobre su vida privada.
Aunque se mostró agradecido por la posibilidad de salir del país, Guerrero condenó el juicio, las torturas y los malos tratos, instando a los gobiernos del Reino Unido y México a expresar su preocupación ante las autoridades cataríes. La intervención de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México fue crucial para lograr la sentencia del martes.
El caso ha generado interés entre activistas, quienes han lanzado una campaña para llamar la atención sobre la situación de Guerrero y las violaciones a sus derechos humanos que denuncia.