Teotihuacán, el magnífico sitio arqueológico que ha fascinado a historiadores y arqueólogos, sigue sorprendiendo con sus secretos milenarios. En un reciente estudio llevado a cabo por especialistas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y la Universidad del Tepeyac (UT), se ha revelado una fascinante verdad sobre las pirámides de este sitio.
I M P O R T A N T E
La Pirámide de la Luna debió marcar el eje de orientación astronómica de la antigua ciudad de Teotihuacan
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???? Arturo Montero, 2006. pic.twitter.com/fjuMPAz9Zl— INAH (@INAHmx) July 12, 2024
Durante mucho tiempo, la Pirámide del Sol ha capturado la atención por su imponente presencia, el misterio de su construcción y su alineación con eventos astronómicos. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la Pirámide de la Luna, ubicada al final de la Calzada de los Muertos, desempeñó un papel crucial en la orientación astronómica de la ciudad prehispánica.
El equipo, liderado por el investigador Ismael Arturo Montero García, descubrió que los vértices de la Pirámide de la Luna están alineados al noreste con el amanecer del solsticio de verano y al suroeste con el ocaso del solsticio de invierno. Esta alineación sugiere que los teotihuacanos poseían un conocimiento profundo de la mecánica celeste, usando la pirámide no solo como un monumento religioso, sino también como un calendario astronómico.
La orientación de la Pirámide de la Luna no solo subraya su importancia ceremonial, sino que también revela una conexión integral entre la arquitectura y la astronomía en Teotihuacán. Según la investigación, desde la cima de la pirámide, durante el solsticio de verano, es posible observar el amanecer sobre el volcán Xihuingo, mientras que en el solsticio de invierno, el sol se oculta detrás del cerro Maninal.
Esta alineación no es casual; los teotihuacanos seleccionaron cuidadosamente estos puntos de referencia naturales para calibrar su calendario agrícola. Los descubrimientos se realizaron utilizando tecnología moderna, como drones para capturar imágenes y videos, y modelos digitales desarrollados por la geógrafa Anabell Pérez Flores.
Este hallazgo invita a los historiadores y arqueólogos a reevaluar la importancia de la Pirámide de la Luna, no solo como un monumento más dentro de Teotihuacán, sino como una estructura de igual relevancia que la Pirámide del Sol. Este descubrimiento destaca el gran conocimiento arquitectónico y astronómico que poseían las culturas prehispánicas.