Según la Evaluación de Impacto Cualitativa del Programa Sembrando Vida, realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, la presencia de grupos criminales ha impactado negativamente la implementación del programa. El informe señala que, en algunas regiones, los grupos delictivos han obligado a los beneficiarios a abandonar sus tierras y unidades de producción, ante el temor de ser víctimas de robo de cultivos, herramientas, infraestructura de los viveros e incluso, insumos.
A pesar de que el Coneval reconoce que Sembrando Vida ha logrado mejorar las condiciones económicas de algunos beneficiarios y ha dotado de herramientas para el cultivo de tierras, la inseguridad se ha convertido en un obstáculo importante para el éxito del programa. La evaluación subraya que la delincuencia, junto con los fenómenos naturales como sequías e inundaciones, limita la capacidad de los beneficiarios para utilizar los sistemas agroforestales y mantener sus unidades de producción.
El informe también menciona la dificultad para colaborar con las autoridades locales, debido a la falta de disposición y capacidad de las instituciones. Si bien Sembrando Vida ha logrado crear vínculos entre comunidades agrícolas, la falta de seguridad y la coordinación con las autoridades locales representan un reto para el futuro del programa.