Mientras algunos aplauden la austeridad que representa, otros cuestionan la conveniencia de ocupar un espacio histórico para la vivienda de los mandatarios. Sheinbaum, al igual que López Obrador, argumentó que vivir en Palacio le permite optimizar su tiempo, ya que se encuentra a un paso de su lugar de trabajo.
"Primero, está la parte de que trabajas en Palacio y eso te permite disponer del reparto del tiempo" - explicó la presidenta electa.La vivienda en cuestión, ubicada en el interior del Palacio Nacional, fue acondicionada por el exmandatario Felipe Calderón, según reveló López Obrador en una entrevista. El departamento, con poco más de 300 metros cuadrados, cuenta con dos habitaciones, un estudio, cocina, sala y comedor.
Sin embargo, la decisión de utilizar un espacio histórico para la vivienda presidencial ha generado controversia. Algunos consideran que Palacio Nacional, como símbolo del poder político mexicano, debería ser utilizado únicamente para funciones oficiales y no para fines habitacionales.
Otros, en cambio, argumentan que la austeridad y la reducción de gastos son un beneficio para la nación, especialmente en un contexto de crisis económica. El debate sobre la idoneidad de la vivienda presidencial en Palacio Nacional continúa abierto.
La decisión de Sheinbaum Pardo pone de manifiesto la complejidad de las decisiones que enfrentan los mandatarios, quienes deben equilibrar la necesidad de eficiencia con la preservación del patrimonio histórico.