Su principal objetivo: evitar la aprobación de la reforma y, en caso de que se apruebe, impedir la toma de protesta de la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum. Oscar Alonso Yáñez, coordinador administrativo del Poder Judicial, ha sido contundente al asegurar que las protestas no cesarán.
"Seguiremos con plantones y manifestaciones, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores", declaró en una entrevista con Azucena Uresti, en Radio Fórmula. Su mensaje es claro: la lucha por defender sus intereses continuará hasta el final.
Yáñez ha ido más allá, advirtiendo que si la reforma judicial se aprueba, "la protesta se elevará a tal punto de impedir la toma de protesta de Claudia Sheinbaum". Esta amenaza ha generado incertidumbre y ha puesto en jaque la transición presidencial, pues los trabajadores del Poder Judicial parecen decididos a llevar su lucha hasta sus últimas consecuencias.
Sin embargo, Yáñez también ha asegurado que, en caso de que la reforma no se apruebe, "terminarán con todas sus protestas". Para evitar cualquier tipo de conflicto, los manifestantes se reunieron con el presidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, para asegurar que no se les impedirá el acceso al recinto y que no obstaculizarán el trabajo de los legisladores.
"Ayer se les abrió camino, no vamos a impedirlo, no les vamos a impedir que realicen sus trabajo", declaró Yáñez, dejando en claro que la lucha se centra en la reforma judicial y no en una obstrucción general del trabajo legislativo.
Mientras tanto, un contingente de trabajadores del Poder Judicial ha marchado a la sede del Poder Judicial capitalino, ubicada en Niños Héroes, y ha cerrado los dos edificios con su protesta. Por el momento, la vialidad no se ha visto afectada, pero la tensión sigue latente.
El futuro de la reforma judicial y de la transición presidencial se encuentra en un punto de inflexión, y las protestas de los trabajadores del Poder Judicial se han convertido en una fuerza clave en este escenario.