Gómez Morín acusa a los líderes actuales, entre ellos Jorge Romero, Santiago Creel, Marko Cortés y Ricardo Anaya, de "secuestrar" al PAN, utilizándolo para beneficio propio y bloqueando la elección interna para un nuevo dirigente.
Estamos exigiendo que lo dejen en paz, que lo dejen libre y que permitan que Acción Nacional vuelva a ser un partido de oposición, que verdaderamente le sirva a México, declaró.La crítica se centra en la falta de democracia interna y en el hecho de que la cúpula actual impone a los candidatos a los cargos de elección popular.
Entre las figuras que buscan tomar las riendas del PAN se encuentran Adriana Dávila Fernández, quien propone terminar con las alianzas y coaliciones, recuperar la confianza ciudadana, restablecer la cohesión interna, reconstruir la acción política del partido y rectificar los errores del siglo XXI.
Por otro lado, Jorge Romero, ex coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, busca la presidencia con el enfoque en las necesidades de la gente, como la seguridad, la paz y la salud, recordando que más de 10 millones de personas le dieron su confianza al partido.
La situación interna del PAN refleja una profunda crisis de liderazgo que podría culminar en una división del partido. La movilización de Gómez Morín y la presencia de aspirantes a la dirigencia reflejan la lucha interna por el control del partido y la búsqueda de un camino para recuperar la confianza de la militancia.