Durante su conferencia de prensa, López Obrador calificó las palabras de Sánchez como "una falta de respeto adicional", asegurando que la decisión de no invitar al monarca español fue tomada únicamente por Sheinbaum, quien sí decidió invitar al propio Sánchez.
"Esa decisión fue de la presidenta electa", enfatizó López Obrador, desmintiendo cualquier tipo de influencia o manipulación por su parte. "Se equivocan completamente", añadió, refiriéndose a las suposiciones de Sánchez sobre una supuesta presión desde el gobierno mexicano para no invitar al rey.
"Le están faltando al respeto a la presidenta electa", sentenció López Obrador, asegurando que las declaraciones de Sánchez son una falta de respeto a la soberanía y la autonomía de la futura mandataria.
El presidente mexicano insistió en que la decisión de no invitar al rey Felipe VI fue una decisión política tomada por Sheinbaum, y no una imposición desde el gobierno.