Las fuertes ráfagas de viento y las lluvias torrenciales que trajo consigo golpearon la infraestructura y la vida de miles de personas, dejando un panorama desolador.
Acapulco, un escenario de tragedia: Acapulco, Guerrero, fue el epicentro del embate del huracán John. La ciudad, tanto en su área urbana como rural, sufrió el impacto más devastador, con un conteo preliminar de 39,94 viviendas dañadas y 127,000 personas afectadas, según la información compartida durante la conferencia matutina la presidenta Claudia Sheinbaum el 4 de octubre.
Las lluvias torrenciales, que acumularon un volumen equivalente al 84.5% del promedio anual del estado en solo 4 días, provocaron inundaciones y deslaves en diferentes zonas, incluyendo la colonia Lapa, ubicada a la orilla del río Sabana. La fuerza del agua desbordó los límites de la naturaleza, dejando tras de sí un rastro de destrucción.
Movilización en la crisis: Ante la emergencia, las autoridades de los tres niveles de gobierno se movilizaron en una respuesta conjunta. Se llevaron a cabo labores de rescate y evacuación, trasladando a más de 10,000 personas a un refugio temporal en el centro de convenciones Mundo Imperial de Acapulco.
La solidaridad se hizo presente en la distribución de más de 22,560 despensas y la entrega de más de 13,550 raciones de comida caliente a la población afectada. El gobierno federal, con un compromiso claro hacia los damnificados, ha iniciado un censo casa por casa en las zonas afectadas, con la intención de ofrecer un apoyo para la limpieza de viviendas y un apoyo adicional para quienes sufrieron mayores daños.
Oaxaca y Michoacán, también en la mira: El huracán John no se limitó a Guerrero, su impacto se extendió hasta la infraestructura de algunos municipios de Oaxaca y Michoacán, evidenciando la amplitud de su fuerza destructiva.
Reactivación en marcha: La Secretaría de Marina está trabajando arduamente en el desazolve de los canales de distribución de agua en Acapulco, con el objetivo de restaurar el flujo vital del líquido. Por su parte, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) se encarga de la rehabilitación de caminos y carreteras, buscando restablecer la conectividad en las zonas afectadas.