La sentencia, dictada este miércoles en una corte de Nueva York, lo condena a 38 años de prisión por cinco cargos relacionados con el narcotráfico.
El expresidente Calderón, a través de un hilo en X (antes Twitter), aseguró que nunca tuvo “evidencia verificable” de que García Luna estuviera involucrado en actividades ilícitas. Afirmó que ni él, ni agencias de inteligencia mexicanas o extranjeras, recibieron información que lo involucrara con el narcotráfico.
"No he tenido acceso a las evidencias ni a los testimonios que se presentaron en el juicio, pero soy hombre de leyes y respeto la acción de los tribunales. Asumo que han actuado conforme a su leal saber y entender. Por lo mismo, soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos", escribió Calderón.
El juez Brian Cogan, durante la lectura de la sentencia, acusó a García Luna de llevar una "doble vida", "compatibilizando su papel en una entrañable familia con otro como facilitador de una gran empresa criminal".
"Usted dice que respeta la ley. Estoy seguro de que, si le pongo el polígrafo enfrente, usted lo va a pasar, porque usted mismo se ha creído su historia. Pero es una de sus dos caras. La otra, la responsable de los delitos, existe", expuso el juzgador.
El abogado de García Luna, César de Castro, declaró su desacuerdo con las declaraciones del juez al salir de la corte. "Aunque respetamos inmensamente al juez Cogan, estamos en desacuerdo con su creencia de que García Luna vivía una vida doble, él ha vivido una sola vida, y esa vida estuvo dedicada al servicio público".
La condena a García Luna es la más alta dictada a un funcionario mexicano en Estados Unidos. Su caso se suma al de otros mandatarios como el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en junio de 2023 a 45 años de prisión por delitos de narcotráfico.