Un paseo por las calles de la colonia Lomas de Chapultepec Cuarta Sección, en la Ciudad de México, se convirtió en una experiencia aterradora para una niña de nueve años. Mientras caminaba tranquilamente, un desconocido se le acercó y, en un acto de audacia y violencia, le arrebató su preciado reloj inteligente. La pequeña, aterrorizada, corrió a buscar ayuda, y su padre, con un corazón lleno de preocupación, se dirigió a los policías que patrullaban la zona.
La esperanza de recuperar el reloj se encendió en el momento en que el padre de la niña les informó que el dispositivo contaba con un geolocalizador. Con esta información, los policías iniciaron una búsqueda a contrarreloj, siguiendo las coordenadas que emitía el smartwatch. Afortunadamente, la tecnología se convirtió en una aliada clave, pues en cuestión de minutos, la señal del reloj llevó a los uniformados hasta el presunto responsable.
A tan solo unos metros del lugar del robo, el hombre que había robado el reloj inteligente, de 37 años de edad, fue interceptado. Tras una breve revisión, los policías confirmaron que el sujeto portaba el dispositivo robado. La niña, con un alivio palpable, reconoció su reloj.
El presunto responsable fue arrestado y trasladado a la Fiscalía, donde enfrentará cargos por robo. La tecnología, en este caso, no solo ayudó a recuperar el reloj inteligente, sino que también fue un factor fundamental para capturar al responsable.