El escenario es complejo: la Alerta Azul, declarada por la Coordinación Estatal de Protección Civil, se extiende sobre los municipios de Lázaro Cárdenas, Benito Juárez, Isla Mujeres, Puerto Morelos y Cozumel. Un aviso que no se toma a la ligera, ya que la amenaza del huracán es real y su intensidad potencialmente devastadora.
Las autoridades locales no están perdiendo tiempo. Equipos de limpieza intensifican sus labores, especialmente en áreas sensibles como pozos de absorción y sistemas de drenaje, para minimizar el riesgo de inundaciones. Una medida preventiva crucial, ya que la acumulación de basura en las calles puede convertirse en un obstáculo para el flujo de agua durante la tormenta.
Las recomendaciones para la población son claras: revisar las condiciones de las viviendas, asegurar las pertenencias y evitar salir a la vía pública durante los momentos de mayor intensidad del huracán. Las autoridades han dispuesto refugios temporales y se mantienen en constante monitoreo del comportamiento de Rafael.
La comunicación es fundamental. La Coordinación Estatal de Protección Civil insta a la población a mantenerse informada a través de medios oficiales, atentos a la trayectoria y evolución del huracán. Un llamado a la calma, pero también a la prudencia, ya que la seguridad de la comunidad es la prioridad máxima.