La Ciudad de México se ha visto conmocionada por una nueva tragedia, la cual nos recuerda la importancia de la seguridad en espacios públicos como los gimnasios. Un hombre de 74 años perdió la vida en un gimnasio de Iztapalapa, convirtiéndose en la cuarta víctima fatal en la cadena Smart Fit en lo que va del año.
El incidente tuvo lugar el lunes por la noche en la sucursal de Plaza Zentralia. La víctima, quien aún no ha sido identificada, habría sufrido un infarto fulminante. A pesar de la rápida llegada de los paramédicos, el hombre ya no presentaba signos vitales al momento de su asistencia.
El trágico suceso ha desatado polémica en la capital, pues la cadena Smart Fit se ha visto envuelta en una serie de muertes que han puesto en duda la seguridad de sus instalaciones. La Fiscalía de la Ciudad de México ha abierto varias carpetas de investigación para determinar si las muertes se deben a accidentes o si hay responsabilidad por parte del gimnasio.
Se ha señalado que el gimnasio de Iztapalapa no cuenta con servicio médico en sus instalaciones.
De acuerdo con la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal, los gimnasios en la Ciudad de México deben contar con personal capacitado para brindar auxilio médico a los usuarios en caso de emergencia.
El personal, lejos de cumplir una función meramente de control administrativo, tiene como finalidad inmediata la de garantizar a los usuarios el auxilio médico, oportuno y adecuado, indica el Tribunal Colegiado.
La falta de atención médica adecuada en las instalaciones ha sido objeto de controversia, lo que ha impulsado un debate sobre la responsabilidad de los gimnasios en la seguridad de sus usuarios. La tragedia en Iztapalapa ha servido como un recordatorio de la importancia de contar con protocolos de seguridad y atención médica en estos espacios.