La polémica se desató durante la conferencia "mañanera" de Sheinbaum, donde se le cuestionó sobre las recientes declaraciones de Cortés. La presidenta, con tono contundente, señaló que la postura del líder panista "no tiene explicación intermedia" y que no podía entender si Cortés "estaba haciendo el ridículo o era un traidor a la patria".
Sheinbaum, en un intento por deslegitimar la propuesta de Cortés, argumentó que la derrota del PAN en las elecciones recientes fue una clara muestra de que sus ideas no son compartidas por la mayoría del pueblo mexicano. "Eso no le gusta al pueblo de México", enfatizó la mandataria, aludiendo a la posible impopularidad de una mayor intervención extranjera en la lucha contra el crimen organizado.
La polémica se intensificó cuando Sheinbaum insinuó que la propuesta de Cortés podría constituir un delito de traición a la patria. La mandataria, sin embargo, aclaró que no tendría intención de presentar cargos contra el líder panista, argumentando que existe libertad de expresión en el país.
La respuesta de Cortés a Sheinbaum no se hizo esperar. En sus redes sociales, el líder panista publicó un mensaje en el que cuestionaba la ineficacia del gobierno para combatir la delincuencia organizada, y le exigió a la presidenta que se pronuncie sobre la reciente masacre en Chilpancingo, donde se encontraron 11 cuerpos en una camioneta.
La disputa entre Sheinbaum y Cortés refleja la profunda polarización política que vive México. Ambos líderes buscan capitalizar la opinión pública en torno a la seguridad nacional, un tema de gran sensibilidad para los mexicanos.