La tragedia en Chilpancingo continúa dejando una profunda huella de dolor y desesperación. La noche del miércoles 6 de noviembre, se encontraron once cuerpos sin vida en una camioneta abandonada en el boulevard Vicente Guerrero.
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó el hallazgo y abrió una carpeta de investigación por homicidio calificado bajo el protocolo de perspectiva de género.
Las familias de los 16 desaparecidos del poblado de Chautipan, en Chilpancingo, acudieron desesperadas al Servicio Médico Forense (Semefo) con la esperanza de encontrar a sus seres queridos. El miedo se convirtió en confirmación: al menos cinco de los cuerpos encontrados fueron identificados como pertenecientes a los desaparecidos.
Entre las víctimas identificadas se encuentran dos menores de edad, Raymundo Santos Francisco y Ángel Barrera Millán, ambos de 13 años, así como Abraham Reyes Calletano, de 15 años, y las mujeres Flor Itulia Cabrera Sánchez, de 53 años, y su hija Clara Francisco Cabrera, de 30.
El caso de Ángel Barrera Millán es especialmente desgarrador. El menor había sido difundido en un video en redes sociales, con las manos atadas y descalzo, frente a un árbol en un lugar desconocido. En el video, Ángel explicaba cómo un grupo criminal llamado "Los Jaliacos" lo obligó, junto a otros jóvenes, a realizar tareas de vigilancia para "Los Ardillos".
La FGE aún no ha emitido información oficial sobre la identidad de los seis cuerpos restantes encontrados, pero las familias continúan esperando en el exterior del Semefo, con la esperanza de encontrar a sus seres queridos entre ellos.
La búsqueda de la verdad y la justicia en este trágico caso continúa, dejando a la comunidad de Chilpancingo sumida en el dolor y la incertidumbre.