El 25 de noviembre de 2024, el Congreso del Estado de México aprobó una reforma que despenaliza el aborto hasta las 12 semanas de gestación, un paso importante hacia la garantía de que ninguna mujer o niña sea castigada por decidir sobre su cuerpo. La reforma modifica varios artículos del Código Penal mexiquense, específicamente los artículos 248, 249, 250 y 251, lo que permite que el aborto deje de ser considerado un delito en la entidad.
La aprobación de esta reforma responde a años de lucha por parte de activistas y colectivos como la Marea Verde Edomex, que señalaron que más de 72,000 mujeres mexiquenses se veían obligadas a viajar a la Ciudad de México para acceder a un aborto seguro y legal, ya que en el Estado de México no se garantizaba este derecho. En muchos casos, las mujeres recurrían a métodos inseguros, poniendo en riesgo su salud y su vida, especialmente aquellas de zonas rurales y de la periferia.
La reforma incluye modificaciones al Artículo 248 del Código Penal del Estado de México y la derogación de los artículos 249 y 250, ajustando también el 251, con el fin de despenalizar el aborto en la entidad. La aprobación de esta reforma responde a años de lucha por parte de activistas y colectivos, que señalaron que la reforma es un paso importante para garantizar que ninguna mujer o niña sea castigada por decidir sobre su cuerpo.
El tema generó una fuerte división en la sociedad, como se evidenció en las protestas afuera del Congreso local. Mientras que colectivos feministas celebraron la despenalización, colgando pancartas y compartiendo mensajes de apoyo en redes sociales, grupos provida se manifestaron en contra, realizando misas y pidiendo que no se reformara el Código Penal.
La reforma es un logro para los derechos reproductivos en México, ya que el Estado de México se suma a otras 17 entidades federativas que ya no penalizan el aborto en sus respectivas legislaciones, en su mayoría hasta las 12 semanas de gestación. Estas entidades incluyen a la Ciudad de México, Coahuila, Oaxaca, Jalisco y Puebla, entre otras, lo que demuestra un cambio gradual en la postura de las leyes estatales sobre el aborto en el país.
La despenalización del aborto en Edomex no solo es un avance en materia de derechos humanos, sino que también tiene un impacto directo en la reducción de la violencia estructural hacia las mujeres, al permitirles tomar decisiones sobre su cuerpo sin el miedo a ser criminalizadas. Este paso hacia la justicia social es celebrado por muchas mujeres, quienes ven en la reforma una oportunidad para vivir en un entorno más seguro y libre de violencia.