Ciudad de México lanza programa pionero para universalizar derechos sociales
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Leonora LagardaEn un esfuerzo por consolidar políticas sociales innovadoras, la Ciudad de México ha dado un paso importante hacia la universalización de los derechos sociales. Un nuevo programa está diseñado para integrarse al esquema nacional y complementar los apoyos otorgados por el Gobierno de México a mujeres de 60 a 64 años.
Este esquema, pionero en México y América Latina, otorga 2 mil pesos bimestrales a cada beneficiario, marcando un nuevo estándar en el reconocimiento de derechos sociales. Según la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, "Es un orgullo decir que este es el primer programa en el país y, posiblemente, en el continente, que reconoce a todas las personas como beneficiarias de los recursos generados en la ciudad, sin importar su condición social".
El programa está diseñado para beneficiar a 20 mil personas de entre 57 y 59 años de edad, extendiendo la ayuda económica a hombres de ese mismo rango de edad. Durante el ejercicio fiscal 2024, se destinaron 42 millones de pesos al programa. En 2025, se incorporarán 25 mil nuevos beneficiarios, incrementando la cobertura en un 7.5 por ciento.
La meta final, proyectada para 2030, es brindar cobertura total a todas las personas de 57 a 59 años de edad en la Ciudad de México. Según la secretaria del Bienestar, "Todos merecemos vivir dignamente, independientemente de nuestra situación laboral o condición social. Esto demuestra que con voluntad política es posible compartir la riqueza generada y avanzar hacia una sociedad más equitativa".
El programa se inspira en la filosofía de justicia social promovida por líderes como Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, consolidando a la Ciudad de México como un referente en políticas públicas inclusivas. Los objetivos del programa incluyen:
- Garantizar derechos universales a todas las personas
- Compartir la riqueza generada en la ciudad
- Avanzar hacia una sociedad más equitativa
Con este programa, la Ciudad de México da un paso importante hacia la universalización de los derechos sociales, demostrando que con voluntad política es posible crear un sistema más justo y equitativo.
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