En la conferencia matutina del 16 de diciembre de 2024, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se pronunció sobre la firma de las leyes secundarias para la igualdad sustantiva. Se destacaron reformas a la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Entre las medidas anunciadas, se encuentra la creación de un Registro Nacional de medidas de protección a mujeres y la obligación legal de que el agresor abandone el hogar en casos de violencia doméstica. También se presentó un nuevo mecanismo para denunciar la brecha salarial ante la Secretaría del Trabajo.
La Presidenta Sheinbaum Pardo afirmó que "México es uno de los países con mayor avance en legislación de protección a mujeres". Sin embargo, esta aseveración, basada en información de Las Mañaneras del Pueblo, ha generado un intenso debate. La eficacia de estas nuevas leyes es, precisamente, lo que se cuestiona.
A pesar de las reformas legales, la persistente brecha salarial sigue siendo un problema latente. Razones como la maternidad o supuestos impedimentos para acceder a altos cargos se utilizan con frecuencia para justificar estas desigualdades. La realidad es que la amenaza de despido por embarazo o por reclamar igual salario sigue siendo una preocupante constante, a pesar de los nuevos canales de denuncia.
La efectividad de estas protecciones legales depende, en gran medida, de la capacidad de los tribunales y las fuerzas policiales para aplicarlas con eficacia. Este aspecto, históricamente criticado por su ineficiencia, genera dudas sobre el impacto real de estas nuevas leyes. La ausencia de datos concretos y estadísticas que respalden las afirmaciones de éxito en la reducción de la brecha salarial o en la erradicación de la violencia contra las mujeres, genera un vacío de información relevante. La falta de un plan de implementación detallado y un sistema de monitoreo constante alimenta las preocupaciones sobre la efectividad real de estas reformas.
El optimismo expresado en la conferencia contrasta con la realidad que enfrentan miles de mujeres mexicanas, quienes, a pesar de los avances legislativos, continúan experimentando discriminación y violencia. La discrepancia entre la narrativa oficial y la experiencia cotidiana de las mujeres en México plantea la necesidad de un análisis más profundo y crítico de los resultados en el terreno.