Salario mínimo en México: ¿Por qué tu sueldo no sube con los aumentos?

¿Te has preguntado alguna vez por qué, a pesar de los aumentos anuales, tu sueldo se mantiene estancado?
Este año, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) estableció un salario mínimo diario de 278.80 pesos en la mayor parte del país, y de 419.88 pesos en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN). Un incremento que, si bien es significativo en términos numéricos, no se traduce automáticamente en un aumento para todos los trabajadores mexicanos.
Según Carlos Ferrán Martínez, socio director de Ferrán Martínez y Abogados, “el salario mínimo pretende ser un piso mínimo de bienestar para el trabajador, pero tiene muchas áreas de oportunidad. Históricamente, México ha tenido salarios muy bajos”. Sin embargo, destaca la mejora en los últimos ocho años gracias al diálogo entre el sector productivo y el Estado, un proceso que trasciende las decisiones administrativas coyunturales. El aumento, insiste, no es una decisión arbitraria de la presidencia.
La clave, explica Ferrán Martínez, radica en la diferencia entre el salario mínimo y la libertad de las empresas para fijar los sueldos de sus empleados. “Una cosa es el salario mínimo, y otra muy diferente la libertad de una empresa para fijar los salarios, siempre y cuando se pague al menos el mínimo. No es obligatorio que si el salario mínimo sube un 12%, todos los sueldos suban ese porcentaje”. La responsabilidad del Estado, a través de la Conasami, es garantizar un aumento acorde a una línea de bienestar, pero la fijación salarial en empresas privadas reside en la autonomía de cada compañía.
Diego García Saucedo, socio director de García Velázquez, coincide en que existe una confusión generalizada. Muchos creen que un incremento del salario mínimo implica un ajuste automático en sus salarios, pero esto no es así. El aumento impacta únicamente a quienes perciben el salario mínimo; quienes ganan más no están obligados a recibir un aumento proporcional.
García Saucedo puntualiza: “La obligación del patrón es pagar, como mínimo, el salario mínimo. De ahí para arriba es discrecional. No existe legislación que obligue al patrón a igualar el aumento a algo superior a la inflación, o incluso a otorgar algún aumento si el salario está por encima del mínimo”. Es decir, no hay una obligación legal de ajustar los sueldos por encima del salario mínimo, ni siquiera para compensar la inflación.
Finalmente, el experto aclara un punto crucial: “Es ilegal disminuir el sueldo de un trabajador sin previo aviso y sin previo acuerdo. Así como no hay obligación de aumentar los sueldos por encima del mínimo, sí hay una prohibición de reducirlos.” Una reducción salarial unilateral se considera una modificación ilegal de las condiciones laborales, y el trabajador podría demandar una indemnización por despido injustificado.