Uno de los más populares, heredado de la tradición española, es la ingesta de doce uvas al compás de las doce campanadas. Pero, ¿qué tipo de uva es la ideal para esta peculiar ceremonia? La respuesta, como veremos, no es tan sencilla como podría parecer a simple vista. La elección entre uvas verdes y rojas va mucho más allá de la simple preferencia personal, involucrando aspectos relacionados con el sabor, las propiedades nutricionales y, por qué no, la tradición misma.
La uva roja, con su piel que abarca tonalidades desde el rojo oscuro hasta el púrpura intenso, ofrece un sabor generalmente más dulce y jugoso. "Su dulzor es innegable, una explosión de sabor en el paladar", comenta un enólogo de la región de Parras de la Fuente, Coahuila, conocido por sus viñedos de uva roja. Esta dulzura se debe a un mayor contenido de azúcar en comparación con su contraparte verde.
Por otro lado, la uva verde, con su piel de tonos amarillentos y verdosos, presenta un sabor más suave, ligeramente ácido, que algunos encuentran más refrescante. Su resistencia a la manipulación durante el transporte la convierte en una opción más práctica para su comercialización a gran escala.
En cuanto a sus propiedades nutricionales, ambas variedades son ricas en minerales, vitaminas y antioxidantes. Sin embargo, las uvas rojas suelen destacar por sus niveles más elevados de resveratrol, un antioxidante asociado con diversos beneficios para la salud, como la protección cardiovascular.
Así pues, la elección entre la uva verde y la roja para el ritual de las doce uvas se reduce a una decisión personal, un balance entre el sabor y la tradición. Independientemente de la variedad escogida, la creencia en la buena suerte que traen consigo estas doce uvas es, sin duda, el ingrediente principal para una feliz entrada de año.