Prepárate para descubrir platillos que te harán cuestionar tus límites culinarios, pero que a la vez te maravillarán. Más allá del pavo y el romeritos, existe una amplia gama de opciones gastronómicas para sorprender a tus invitados. De acuerdo con un reciente artículo de Global UNAM, la riqueza culinaria mundial ofrece opciones exóticas perfectas para una cena memorable. ¿Te imaginas una gelatina hecha con caldo de huesos de res, llamada jolodetz, un aperitivo típico de algunas regiones de Rusia? Su alta concentración de grasa la convierte en un platillo ideal para combatir el frío invernal. Pero eso no es todo…
Si buscas algo realmente atrevido, la carne de rata de campo de la región de Assam, en India, podría ser tu elección. Global UNAM la describe como un manjar, preferida incluso a las aves de corral en algunas zonas. En África, la sopa de okra (o quingombó) con carne de res y fufú (una masa de tubérculo similar a la yuca), típica de Nigeria y Ghana, ofrece una experiencia gustativa completamente diferente.
Pero no necesitamos viajar tan lejos. México también alberga una gran diversidad de platillos exóticos. El Mercado de San Juan, en la Ciudad de México, se presenta como un tesoro culinario para los paladares más aventureros. ¿Qué tal un caldo de rata de campo, preparado con verduras, recaudo frito y salsa picante, una especialidad de Zacatecas? O quizá, un filete de caballo en salsa verde con verdolagas, una opción un poco más "suave" procedente de Tamaulipas.
La lista de opciones continúa con la tantarria, un tipo de chinche frita o cocida, servida con salsa venadita en Querétaro; los gusanos de maguey, fritos en manteca y acompañados de salsa de chile guajillo en Tlaxcala; y el ozik yucateco, un salpicón con cítricos y rábanos, servido en tortillas calientes o en caldo de frijol. Incluso podemos encontrar acociles, pequeños crustáceos de río, fritos y acompañados de tortillas en el Estado de México. Para los más osados, la carne de cocodrilo, con un sabor entre pollo y pescado, preparada en pipián verde o a la plancha, es una opción en la Ciudad de México. Y finalmente, para cerrar con broche de oro, los escamoles de Hidalgo: ¡huevos de hormiga! Preparados fritos con mantequilla y epazote, con huevo o en salsa.
En definitiva, este año, tu cena de fin de año puede ser una aventura culinaria inolvidable.