Este panorama positivo se refleja en indicadores económicos presentados por la presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina, que muestran avances significativos en empleo, salario mínimo y estabilidad financiera.
Sheinbaum destacó que, pese a las dificultades internacionales, México ha mantenido un tipo de cambio estable y ha alcanzado niveles récord en inversión extranjera directa y reservas internacionales. Además, el empleo formal cerró en niveles altos a finales de 2024, con expectativas de recuperación en enero. Estos datos contrastan con las críticas de la oposición, que a menudo cuestiona los avances económicos del país.
Sin embargo, el optimismo no debe subestimar los retos. Guanajuato, por ejemplo, continúa siendo el estado con mayor número de homicidios, reflejo de un modelo de desarrollo desigual y de años de omisiones en la política de seguridad local. La reciente renuncia del fiscal Carlos Zamarripa, tras casi 16 años en el cargo, abre la oportunidad para replantear estrategias y fortalecer la coordinación entre las autoridades estatales y federales.
La combinación de indicadores económicos favorables y los desafíos en seguridad invita a la ciudadanía a reflexionar: ¿cómo se puede consolidar este optimismo para que abarque a todos los sectores de la población? El 2025 promete ser un año de avances, pero también exige un enfoque integral para enfrentar las desigualdades y la violencia que aún persisten en algunas regiones.